Consejos

Tu vista es un tesoro, aprende a cuidarla como se merece y a prevenir problemas de salud oftalmológica.

CONSEJOS GENERALES

  1. CUIDA TU ALIMENTACIÓN
    Mantener una alimentación saludable es imprescindible para conservar una buena función visual. Las vitaminas A, C y E, minerales como el zinc y el selenio, pigmentos como la luteína y la zeaxantina y los ácidos Omega 3 son esenciales para preservar la función de la retina y para retrasar el envejecimiento de las estructuras oculares. Estas sustancias se encuentran en las verduras, frutas, pescado azul, mariscos y frutos secos. Asimismo, mantener una dieta sana también es esencial para evitar el sobrepeso y la obesidad, condiciones vinculadas con enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial que, a su turno, aumentan el riesgo de sufrir numerosas patologías oculares.

  2. REALIZA REVISIONES OFTALMOLÓGICAS PERIÓDICAS
    Realizar revisiones oftalmológicas periódicamente facilita la detección precoz de enfermedades oftalmológicas y puede contribuir a tratarlas efectivamente y a frenar su desarrollo.

  3. REALIZA DESCANSOS INTERMITENTES
    En labores que requieran fijar la vista cerca de una pantalla o documento durante largos intervalos de tiempo es recomendable seguir la regla 20/6/20, cada 20 minutos, fijar la vista a 6 metros durante 20 segundos. De este modo, se relaja la acomodación y convergencia de los ojos. Para aquellas personas que sufran de sequedad ocular crónica, es recomendable el uso de un ordenador portátil en vez de un ordenador de sobremesa, ya que, al mirar hacia abajo, una menor superficie ocular quedará expuesta a la evaporación.

  4. PRIORIZA TU DESCANSO
    El periodo de sueño es fundamental para la regeneración de las células epiteliales que recubren la cara interna del ojo. No descansar las horas necesarias puede frenar este proceso y dificultar la recuperación diaria natural de los ojos. Además, la relajación de los músculos oculares que tiene lugar cuando se duerme, permite la rehidratación y limpieza del ojo, además de recuperarse correctamente de las agresiones sufridas durante el día.

  5. CUIDA TU HIGIENE OCULAR
    La higiene ocular es esencial para mantener la salud de los ojos y prevenir posibles infecciones. Las principales medidas que se pueden tomar para mantener la higiene ocular son: evitar en la medida de lo posible tocarse o frotarse los ojos con las manos, incorporar la limpieza de los ojos como rutina diaria y utilizar siempre productos específicos testados bajo control dermatológico y oftalmológico.
    Ante la entrada de un cuerpo extraño, partícula o sustancia química en el ojo, evita frotártelo y asegúrate de enjuagarlo debidamente con agua limpia y acudir a un oftalmólogo.
    Si utilizas lentes de contacto, asegúrate de que tienes las manos bien limpias antes de manipularlas, y desinfecta y renueva las lentes con frecuencia.

  6. CONTROLA LA ILUMINACIÓN
    Una iluminación adecuada es imprescindible para reducir la fatiga visual. Para leer debemos situar la fuente de luz detrás nuestro y enfocarla hacia el libro. Al trabajar con el ordenador o mirar la televisión hay que evitar que se produzcan reflejos de luz sobre la pantalla.

  7. DISFRUTA DEL AIRE LIBRE Y DE LA LUZ SOLAR
    Según varios estudios, pasar tiempo al aire libre reduce el riesgo de miopía. Asimismo, la American Academy of Ophthalmology, una de las asociaciones de referencia mundial sobre oftalmología, determina que la luz natural es esencial para el desarrollo ocular de los niños y que tiene un efecto protector en los ojos, reduciendo el riesgo de sufrir patologías.

  8. HAZ EJERCICIO REGULARMENTE
    Practicar ejercicio de forma regular puede reducir la probabilidad de enfermedades estrechamente vinculadas con diferentes patologías oculares. Es el caso de la diabetes, la hipertensión arterial o la hipercolesterolemia. Comer sano y ejercitarse frecuentemente reduce, pues, el riesgo de padecer enfermedades oculares asociadas a estas condiciones.

  9. PROTEGE TUS OJOS
    Es importante proteger tus ojos debidamente de la radiación ultravioleta (UV) procedente del Sol, incluso en días nublados, ya que esta produce alteraciones agudas y crónicas en todas las estructuras oculares. Debes asegurarte de que tus gafas de sol cuentan con una protección contra rayos UV homologada para garantizar la máxima protección de tus ojos.
    No debemos olvidar que nuestros ojos están también expuestos a otros agentes que pueden resultar en graves lesiones. Para evitar desgarres, traumatismos u otras lesiones causadas por la exposición a arena, polvo, viento, agentes químicos o golpes, es importante asegurarse de que los ojos están bien protegidos cuando realices ciertas actividades como montar en moto, practicar determinados deportes o actividades de construcción, reparaciones caseras o manipular productos químicos.

  10. EVITA FUMAR
    Aunque el tabaquismo suele asociarse normalmente a enfermedades pulmonares, cardiovasculares o de boca, fumar incrementa también el riesgo de padecer enfermedades oculares graves, como cataratas, glaucoma, retinopatía diabética y degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Además, la exposición al humo del tabaco puede hacer que los ojos sean más sensibles a irritaciones, conjuntivitis y a secarse, con el riesgo que esto puede conllevar.

  11. MANTÉN UNA BUENA HIDRATACIÓN OCULAR
    Determinados hábitos de trabajo (largos periodos de fijación en un punto cercano, exposición a pantallas…) y la exposición a aires acondicionados o mecanismos de calefacción pueden hacer que la hidratación de los ojos se resienta. Al fijar la vista en la pantalla, un libro o documento, la frecuencia y amplitud de parpadeo suelen verse reducidas, propiciando que el ojo se seque y se produzcan irritaciones y dolor. Se recomienda beber agua, realizar descansos (asegurando que se parpadea con frecuencia) y usar gotas oftalmológicas (si se precisa).

  12. CONOCE TU HISTORIAL FAMILIAR Y LOS FACTORES DE RIESGO
    Algunas enfermedades oculares son hereditarias, por lo que es importante averiguar si alguien en tu familia las ha tenido. Como el riesgo de padecer determinadas patologías oculares puede venir asociado también a enfermedades de carácter hereditario como la diabetes, es importante conocer también tu historial familiar en relación con estas patologías. En general, pero especialmente en el caso de personas que vengan de familias donde estas enfermedades han sido comunes, conocer y evitar de forma activa los factores de riesgo que pueden potenciar su desarrollo y realizar visitas periódicas al oftalmólogo puede reducir significativamente el riesgo de padecerlas.

  13. PRESTA ATENCIÓN A LOS CAMBIOS EN TU VISIÓN
    Ante cualquier problema de visión, es recomendable acudir a su oftalmólogo para revisar nuestra salud ocular.